Tenerife, una isla nacida de orígenes volcánicos, emergió del fondo del océano hace aproximadamente 10 millones de años. Anclada por los antiguos macizos de Anaga, Teno y Adeje, esta isla de contrastes cautiva a los visitantes con su impresionante belleza natural. Su accidentado terreno y paisajes irregulares han sido moldeados por innumerables erupciones volcánicas, creando una región de diversidad y maravilla inigualables.
Un caleidoscopio de la naturaleza
Tenerife es una tierra de contrastes, con un espectro de colores, formas y ecosistemas. Desde los protegidos bosques de pinos canarios hasta los frondosos bosques de Laurisilva, vestigios de los bosques mediterráneos de la era Terciaria, la naturaleza prospera en toda la isla. Acantilados imponentes como los Acantilados de Los Gigantes y el verde Valle de La Orotava añaden a la impresionante diversidad de la isla. Cada rincón ofrece una nueva y asombrosa vista.
Tesoros culturales en pueblos escondidos
Atrévete a ir más allá de los centros turísticos para descubrir pintorescos pueblos que preservan las ricas tradiciones y costumbres de Tenerife. Estos pueblos celebran animadas festividades, acogen alegres romerías y continúan con las artesanías y deportes tradicionales como la Lucha Canaria y el Palo Canario. Los “guachinches”, sencillos restaurantes rústicos nacidos de la vibrante cultura vinícola de Tenerife, ofrecen platos caseros acompañados de vinos regionales.
Los guachinches surgieron en hogares familiares, donde los propietarios de bodegas ofrecían tapas sencillas para maridar con sus vinos. Hoy en día, estos establecimientos sirven platos locales contundentes como garbanzos, conejo en salmorejo, costillas y calabacines rellenos, preservando el patrimonio culinario de la isla.
Festivales y tradiciones únicas
Tenerife es el hogar de coloridos festivales y tradiciones que muestran su vibrante cultura. El mundialmente famoso Carnaval de los Chicharreros, las festividades de Candelaria y la Romería de San Benito de La Laguna son solo algunos de los puntos destacados. En La Orotava, las celebraciones del Corpus Christi y las fiestas de San Andrés honran las tradiciones religiosas y vinícolas de la isla.
El 29 de noviembre, los amantes del vino celebran la Fiesta Oficial del Vino de la isla, que marca la apertura de las bodegas para catas. Acompañado de castañas asadas y pescado salado, el día es una verdadera celebración del patrimonio vinícola de Tenerife. Otras costumbres únicas incluyen la «tradición de las tablas» en Icod, donde los participantes se deslizan por empinadas calles sobre tablas de madera, y “correr los cacharros” en La Orotava y Puerto de la Cruz, donde se arrastran ollas y sartenes por las calles para crear ruido festivo.
Un rico legado agrícola
Aunque el turismo impulsa gran parte de la economía de Tenerife, la agricultura sigue siendo una parte vital de la vida en la isla. Plátanos, papas, flores y frutas prosperan en el suelo fértil, mientras que los viñedos producen una impresionante variedad de vinos. La tradición vinícola de la isla es un pilar de su cultura, con vinos que maridan maravillosamente con la excepcional gastronomía de Tenerife.
El Parque Nacional del Teide: una maravilla natural
El icónico volcán Teide es la joya de la corona de Tenerife. Con 3.718 metros sobre el nivel del mar, es el pico más alto de España y el centro del Parque Nacional del Teide. Declarado Parque Nacional en 1954, el área protege un extraordinario paisaje volcánico, una flora y fauna diversa, y tesoros arqueológicos. En 2007, la UNESCO reconoció el parque como Patrimonio de la Humanidad, llamándolo “uno de los paisajes volcánicos más ricos y diversos del mundo”.
Con su belleza impresionante, tradiciones vibrantes y diversidad natural inigualable, Tenerife es una isla que nunca deja de asombrar. Descubre sus maravillas, explora sus tradiciones y saborea sus vinos uniéndote a una de nuestras rutas del vino únicas a través de este paraíso volcánico.